Encuentros con personajes de los Evangelios que iluminan nuestro andar
El encuentro con el Espíritu y el Padre
Mateo 3:13-17
Por Silvia Brynjolfson
Despierta Débora
Madres de rodillas, hijos de pie
Durante 30 años de silencio el Señor cultivó los fundamentos que le permitirían sobrevivir y sobrellevar 3 años de adversidad y oposición. Su aprendizaje es el mismo que nosotros necesitamos
Ana: a pesar de ser una dama con todas las condiciones de ser invisible por la sociedad, sirve a Dios y a otros.
Un anciano, quien por años aguardó el cumplimiento de la promesa Dios, recibeconsuelo en una forma que no esperaba
Cuando Dios bendice nuestra labor, esto que puede ser percibido como “éxito” presenta desafíos personales para los líderes.
Un evento especial era el escenario donde el profundo dolor de Ana afloraba. Su pena era agudizada por la falta de comprensión de quienes podrían haberle brindado conmiseración. Finalmente fue oída, comprendida y consolada por el único que podía identificarse con su sufrimiento.
Las pérdidas pueden despertar la amargura y el sentido de abandono de Dios. Noemí admitió su amargura, pero no permitiendo que ésta echara raíz en su alma experimentó la bendición de Dios al percibir las expresiones de Su gracia en su vida.