Día 21 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 21

Oración: Guarda y libra a mis hijos de la influencia de aquellos que puedan conducirlos por el camino de adicciones como: tabaco, alcohol o drogas.

Promesa: Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar. Salmo 46:1-2

Reflexión: El salmista apela a una hipérbole para ilustrar la situación más extrema en la cual puede encontrarse un ser humano. ¿Cuál es? ¿Qué emociones cunden en tales situaciones? ¿Con qué se lo compara a Dios? ¿Por qué?

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Día 20 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 20

Oración: Señor, cada vez que mis hijos se sientan rechazados por sus amigos o sean ridiculizados, infunde en ellos fuerza emocional y espiritual. No permitas que tales incidentes afecten o deterioren su estima propia.

Promesa: Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna. Salmo 91:11-12

Reflexión: ¿De qué manera podemos hacer de esta afirmación una intercesión a favor de nuestros muchachos? ¿Cuáles son “las piedras” ante las cuales podemos pedir al Señor que los cuide de tropiezo? Y si cayeron, ¿quién y cómo, en última instancia, podrá levantarlos?

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Día 19 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 19

Oración: Padre amado, ayúdame a tomar el tiempo, en medio de nuestra rutina de corridas y obligaciones, para escuchar, interesarme e interiorizarme de las preocupaciones y problemas de mis hijos. Líbrame de cualquier respuesta superflua, exhortadora o condenatoria.

Promesa: Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Jeremías 31:3

Reflexión: ¿De qué manera se manifestó Dios en tu vida? ¿Cómo se diferencia el amor humano del divino? ¿En qué áreas de tu vida Dios manifestó su misericordia?

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Día 18 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 18

Oración: Padre, oro por las escuelas e instituciones educativas donde mis hijos pasan una gran porción de sus días. Te ruego que frenes toda intención de incorporar enseñanza de valores o conductas que se oponen a tus designios.

Promesa: Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. Salmo 40:4

Reflexión: En medio de tantas voces que reclaman nuestra atención y el corazón de nuestros hijos, ¿cuál es el blanco a donde debemos apuntar?

 

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Día 17 Un café con Dios

Un café con Dios – Día 17

Oración: Hoy deposito ante ti mi preocupación por todo tipo de rebeldía anidada en el corazón de mis hijos. Revélame qué la provoca. Muéstrame si hay algo en mí o nuestra familia que la incita. Dame la percepción y los recursos para minimizarla.

Promesa: Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad. Jeremías 31: 3

Reflexión: Estas palabras del Señor fueron pronunciadas al pueblo de Israel durante un tiempo de rebeldía, apostasía y consecuente castigo. ¿Cuál es el sentimiento que siempre mueven a Dios? ¿Qué significa que él “nos sigue”?

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Día 16 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 16

Oración: Con sinceridad ante ti Señor, el único que conoce lo profundo de mi ser, te suplico que me reveles si hay en mí algún tipo de raíz de amargura con la que, tal vez sin darme cuenta, estoy transmitiendo, contaminando y dañando a mis hijos.

Promesa: Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? Yo, el SEÑOR, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras. Jeremías 17:9

Reflexión: Este pasaje no es una promesa como los que estuvimos considerando hasta ahora. Esta es una cruda realidad que apunta a nuestra capacidad de auto-engaño y nuestra necesidad de Dios, el gran psicólogo.

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Día 15 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 15

Oración: Oro hoy, mi Dios, por protección o sanidad de cualquier experiencia traumática que pueda dejar -o haya dejado- secuelas psíquicas y heridas emocionales en alguno de mis hijos. Reclamo el poder de la sangre de Jesús impartiendo liberación, sanidad y restauración.

Promesa: Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. 2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Salmo 40:1-2

Reflexión: Este pasaje es rico en metáforas. ¿Por qué el salmista escoge la figura de un pozo y de lodo cenagoso para ilustrar nuestra desesperación? ¿De qué manera respondió Dios al clamor? ¿Qué referencias en el versículo nos recuerdan que el obrar de Dios no siempre es instantáneo?

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Día 14 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 17

Oración: Protege a mis hijos, Dios todopoderoso, de cualquier daño físico o accidentes. Dame la tranquilidad de saber que tú velas por ellos en todo momento.

Promesa: El ángel del SEÑOR acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos. Salmo 34:7

Reflexión: Esta promesa salida de los labios del rey David fue anunciada en torno a conflictos bélicos. Visualiza el escenario de la antesala de una batalla de la antigüedad. ¿A quién enviaba Dios como emisario protector? ¿Qué significaba para aquellos guerreros que el Señor “acampaba” en medio de ellos. ¿De qué manera este versículo nos recuerda que Dios no es un “fuerza impersonal y distante,” como algunos lo imaginan?

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Día 13 Un café con Dios

 

Un café con Dios – Día 13

Oración: Señor, tú creaste a mis hijos con talentos y aptitudes. Te pido que ellos vayan descubriendo su singularidad. Guíalos y encamínalos en el momento de escoger sus carreras y vocaciones.

Promesa: El SEÑOR cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, SEÑOR, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos! Salmo 138:8

Reflexión: Una nota personal: Este fue el versículo que el Señor me dio cuando a los dieciocho años estaba absolutamente desorientada en cuanto a mi futuro y vocación. Han transcurrido los años y puedo afirmar, con profunda gratitud, que el Señor cumplió su propósito y me bendijo mucho más de lo que entonces soñaba.

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Día 12 Un café con Dios

Un café con Dios – Día 12

Oración: Mi Dios, hoy clamo a ti por los futuros -o los ya otorgados- cónyuges de mis hijos. Te ruego que tú los vayas formando y moldeando. Presérvalos para que en la unión con mis hijos exista armonía y afinidad de valores y propósitos. Te ruego desde ya que, tú Señor, seas el “tercero” en sus matrimonios.

Promesa: Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Santiago 1:5

Reflexión: ¿Qué virtudes encuentras en alguien que tiene sabiduría? ¿Qué aspectos de nuestra función de madres requieren sabiduría? ¿De qué manera esta promesa contradice nuestra humana impresión de que Dios estará muy ocupado para prestar atención a mis menudencias?

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